miércoles, 1 de febrero de 2012

De pie o sentado


En La ventana indiscreta, Alfred Hitchcock convierte a su protagonista en espectador, sentado todo el tiempo en su silla, observando lo que pasa en el patio interior de enfrente.

El reverso:

En El hombre y el monstruo, Rouben Mamoulian presenta al protagonista en un plano subjetivo: tocando el piano, poniéndose la chaqueta frente al espejo, subiendo al carruaje que lo llevará a dar una conferencia. Convierte así al espectador en protagonista. Un plano arriesgado y poco caprichoso: el protagonista es Dr. Jekyll, cuyas investigaciones pretenden profundizar en el alma humana, y ¿qué mejor herramienta que el plano subjetivo para adentrarse en los confines del alma?

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